miércoles, 23 de septiembre de 2009

~ Una vez más siento la necesidad, de respirarte en los ambientes más oscuros. De desafiar las leyes de la gravedad, falsa alegría cambiada por tu cianuro. Necesidad de unirme al ghetto, de los que apelan a besarte. En escondites bien secretos. Con la locura como estandarte.No te permito que me saques todo el hambre, que me acostumbres a atar todo con alambre. Me das mil canciones de buena madera.Cualquier estación para mi es primavera con vos, pero cuando te vas...Me dejás con la más dulce pena matándome adentro. Y un otoño vacío en el centro que sólo se llena, con un poco más de tu esencia en las venas.Me pongo goma, me pongo parlanchín, voy rebotando de Argentina hasta Japón. Me cuelgo con historias que no tienen fin.Y me preocupo por problemas sin solución.Voy escuchando Dancing Moon, la sonrisa de oreja a oreja. Es un problema de actitud, y ahora los dejo pensando con esta moraleja. Ponete bien si no hay quien salte y no hay un cobre, que de esta miel mejor que falte y no que sobre. Te da mil canciones de buena madera-

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